En la actualidad, los tipos de créditos en Chile son variados y están pensados para distintas necesidades: desde financiar un emprendimiento, pagar estudios, comprar una vivienda o cubrir gastos de emergencia. Tanto el Banco Central de Chile como la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) supervisan y regulan la oferta de créditos que entregan bancos, cooperativas e instituciones financieras.
Si estás evaluando qué préstamo te conviene, conocer cuáles son los tipos de créditos y sus características es clave para tomar la mejor decisión.
Tipos de créditos en Chile
En general, la industria financiera considera que existen cinco clases de créditos bancarios principales. Estos, en su gran mayoría, son ofrecidos por instituciones reguladas como los bancos, supervisadas por la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras de Chile (ABIF) y fiscalizadas por el Servicio Nacional del Consumidor (SERNAC).
Lista de tipos de créditos en Chile:
Tarjetas de crédito
Línea de crédito
Créditos de consumo
Créditos comerciales
Créditos hipotecarios
Microcréditos y financiamiento para PYMES
Créditos garantizados (con colateral)
Créditos personales con codeudor
Créditos rotativos o líneas de crédito renovables
1. Tarjetas de crédito
Las tarjetas de créditos son el tipo de préstamo más popular, pues suelen ofrecerse de manera sencilla y a toda clase de público. Son ofrecidas por todo tipo de instituciones financieras: por la banca en general, por el retail (grandes y pequeñas tiendas) y hasta por supermercados.
Los requisitos para obtener una tarjeta de crédito varían dependiendo de la institución. Por ejemplo, hay bancos que ofrecen servicios de este tipo a estudiantes universitarios con un cupo limitado y sin pago de mantención. En este ejemplo, el único requerimiento es pertenecer a una institución estudiantil de educación superior.
Las tarjetas de crédito pueden ser pagadas de dos maneras: directamente en caja (con efectivo o tarjeta de débito) o vía Internet.
Recuerda que Neat permite utilizar cualquier tarjeta de crédito obtenida en la entidad bancaria de preferencia, con la que podrás pagar tu arriendo, gasto común, seguros y otro tipo de deudas.
2. Línea de crédito
Este tipo de crédito está estrechamente relacionado a la cuenta corriente que pueden entregarte las instituciones bancarias o las financieras acreditadas. Junto con tu cuenta corriente, la tarjeta de crédito y la chequera, la institución en cuestión te proveerá de una línea de crédito. Esta contará con un monto determinado que dependerá de tus ingresos o tu situación financiera.
La línea de crédito funciona de forma automática cuando no dispones de los fondos suficientes para cubrir un cheque o un cobro que estaba fuera de tus planes. Por ejemplo, si diste un cheque por $300.000, y por gastos imprevistos solo te quedan $100.000 en tu cuenta corriente, la institución financiera te sacará los $200.000 faltantes de tu línea de crédito.
Este crédito conlleva intereses bastante altos, pues significa un préstamo de emergencia para casos como el mencionado. Por esta misma razón, es necesario que lo pagues cuanto antes y directamente con dinero de tu cuenta corriente cuando tengas la posibilidad de depositar la diferencia. Una buena forma de evitar atrasos es centralizar todas tus deudas para mantener un mejor control financiero.
3. Créditos de consumo
Tal como indica su nombre, dentro de los tipos de créditos en Chile, este está destinado para el consumo. En otras palabras, comprar artículos de toda clase. Suelen ser préstamos que van desde los $100.000 hasta los $2.000.000, aunque siempre depende de la institución financiera.
Este financiamiento lo ofrecen, mayormente, las entidades bancarias y financieras. Los requisitos, por lo general, son tener un contrato de trabajo (te solicitan las últimas tres liquidaciones de sueldo), entre otros. Además, si ya tienes una tarjeta de crédito, entonces es posible que te ofrezcan préstamos de consumo a cada momento.
Podrás pagarlo directamente en caja, con efectivo o mediante tu cuenta vista, si es que has obtenido el crédito en la misma institución financiera donde tienes tu cuenta. También existe la posibilidad de pagar por internet. Una buena alternativa son las plataformas de pago online que permiten centralizar todas las deudas de tus tarjetas de crédito.
4. Créditos comerciales
Estos créditos se ofrecen a empresas de diverso tamaño para satisfacer necesidades de toda índole. Permiten adquirir bienes, capital de trabajo, pagar servicios, iniciar actividades, refinanciar deudas o capitalizar nuevos negocios de la misma empresa.
Por lo general, estos financiamientos son pactados a mediano o corto plazo, con tasas de interés no muy elevadas. Las empresas suelen pagar estos préstamos directamente con transacciones de caja, pues los montos suelen ser bastante altos. Los requisitos pueden variar, aunque los bancos suelen solicitar liquidez y conocer las ganancias efectivas o la rentabilidad de la empresa.
5. Créditos hipotecarios
Estos préstamos son los más difíciles de adquirir, pues las instituciones bancarias solicitan requisitos que no todas las personas pueden cumplir. Por ejemplo, los bancos solicitan tener un trabajo estable por más de seis meses, las últimas tres liquidaciones y tener un sueldo dos o tres veces superior al monto del dividendo que te calculan. Es decir, si el dividendo es de $350.000, entonces deberás pagar $700.000 o $1.050.000.
Debes acreditar que puedes pagar. A la vez, te preguntarán tu estado civil, si tienes hijos o deudas de otra clase. Los intereses pueden ir desde el 2 % hasta el 5 %, como en la actualidad. Las cuotas pueden pagarse en caja o con pago automático con tarjeta de crédito que la institución te abre cuando te dan el préstamo.
6. Microcréditos y financiamiento para PYMES
Préstamos de montos relativamente bajos, pensados para microempresarios, trabajadores independientes o pequeñas y medianas empresas (PYMES).
Objetivo: financiar capital de trabajo, compra de insumos, maquinaria o pequeñas expansiones.
Monto típico: desde $50.000 hasta varios millones, dependiendo de la institución.
Ventaja: procesos de aprobación rápidos y requisitos más flexibles.
Dónde obtenerlos: cooperativas, instituciones de microfinanzas, programas estatales como SERCOTEC o CORFO, y bancos con líneas especiales para PYMES.
7. Créditos garantizados (con colateral)
Se respaldan con un bien como garantía (inmueble, vehículo, depósito a plazo, etc.).
Ventaja: menor riesgo para el prestamista y tasas de interés más bajas.
Riesgo: en caso de no pagar, la institución puede ejecutar la garantía.
Usos comunes: consolidación de deudas, ampliaciones, proyectos personales o de negocio.
8. Créditos personales con codeudor
Un tercero (el codeudor) se compromete a responder por la deuda si el titular no cumple.
Cuándo se usan: cuando el solicitante no cumple por sí solo los requisitos de ingresos o historial crediticio.
Ventaja: acceso a montos o condiciones que no se obtendrían de forma individual.
9. Créditos rotativos o líneas de crédito renovables
Productos financieros con un cupo disponible que se puede usar, pagar y volver a usar, tantas veces como sea necesario, dentro de un límite y plazo definidos.
Ejemplos: líneas de crédito bancarias, tarjetas con modalidad de avance, tarjetas de tiendas o financieras.
Diferencia con tarjeta de crédito: el crédito rotativo puede no estar vinculado a una tarjeta física y manejarse directamente desde la cuenta corriente o un contrato específico.
Ventaja: flexibilidad y disponibilidad inmediata de fondos para gastos variables.
Aprende más sobre tarjetas de crédito, líneas de crédito y créditos rotativos
Aunque las tres opciones pueden parecer similares, tienen diferencias importantes:
Tarjeta de crédito: instrumento de pago que combina compra y financiamiento, con opción de pagar en una sola cuota sin interés o en cuotas con interés. Suele ofrecer beneficios como puntos, millas o cashback.
Línea de crédito bancaria: respaldo automático para evitar sobregiros.
Crédito rotativo tradicional: más flexible que la línea de crédito, ya que se puede usar, pagar y reutilizar de forma planificada. No siempre está ligado a una cuenta corriente y puede formar parte de un contrato independiente o de un crédito comercial.
El SERNAC recomienda informarse bien sobre comisiones y tasas, y la CMF ofrece un comparador de productos financieros en su sitio web para que puedas evaluar los tipos de créditos en los bancos antes de contratar.
Neat, una solución inteligente para tus tarjetas de crédito
Ahora que conoces los tipos de créditos en Chile, es momento de evaluar cuál se adapta mejor a tus necesidades. Neat te permite centralizar todas tus deudas y pagar con tu tarjeta de crédito el arriendo, gasto común, bodega, estacionamiento, cuota del pie, colegio, asesora del hogar, residencia de mayores, servicios profesionales y más.
Automatiza el pago de tus deudas y aprovecha los beneficios de tu tarjeta. Una buena elección financiera empieza por entender bien cuáles son los tipos de créditos que tienes a tu alcance.